Es una de las visitas obligada si estamos en Madrid, que ofrece que destaca por sus jardines y monumentos, cuyo centro principal es el Palacio Real, uno de los más bonitos de España, destacando su fachada, las estatuas de los tres reyes que impulsaron su construcción (Felipe II, Felipe V y Fernando VI), su impresionante escalera con balaustrada de estilo rococó y sus distintas dependencias.
La Casita del Labrador o palacete construido sobre la base de una casa de labranza, por orden de Carlos IV, situado en un extremo del Jardín del Príncipe. En este jardín del XVIII, el más grande que rodean el Palacio Real, destacan la Fuente de Apolo y el templetes, chinesco y clásico.
El Jardín del Parterre, de estilo clasicista francés, con gran número de fuentes, conocido como el Pequeño Versalles; el Jardín de la Isla, rodeado por el Tajo, con Alamedas, parterres y fuentes monumentales y el Jardín de Isabel II, integrado en el casco urbano.
La Iglesia de San Antonio, en la Plaza de la Mariblanca, construida por encargo de Fernando VI, que destaca su galería porticada; La Plaza de Parejas, cuyo nombre se debe al Juego que tenía lugar aquí.
No podemos perdernos el Museo de Falúas, que muestra las embarcaciones usadas por la Casa Real en sus paseos de recreo y representaciones en el río Tajo durante sus visitas primaverales a Aranjuez.