Se ubica en el edificio en el que el pintor tenía su casa y taller y que fue creado a petición de Clotilde, la viuda del pintor. Destaca su maravilloso patio de estilo andaluz, en tres ambientes, diseñado por el propio artista.

La casa mantiene la estructura original, con el salón, la cocina, el recibidor y el taller que ha quedado intacto, con sus caballetes, pinceles y paleta. Podremos contemplar algunos de los cuadros más conocidos del pintor con su estilo inconfundible, en sus escenas de playa llenas de luz, retratos familiares y algunos de los cuadros de regiones españolas pintados para la Hispánic Society de Nueva York.

19 personas máximo.

Museo Sorolla